Nos dedicamos a preservar el factor humano en las relaciones, tanto sociales, profesionales como afectivas, para ayudar a las personas a convivir en armonía.
Enseñamos a las personas a ser proafectivas: una nueva cultura de relacionarse que mejora el bienestar y la construcción de vínculos más sólidos entre las personas.
Es un talento que va unido a la sensibilidad y a la inspiración y su alcance es mayor que la inteligencia racional o emocional; es más perseverante, más personal e intuitivo.
Con nuestra formación te ayudamos a tener relaciones sanas para tu vida y tu trabajo. A sacar todo tu potencial para ponerte en valor, transmitir confianza, mejorar la convivencia y saber relacionarte sin perder el tacto humano.
Es el talento más indicado para las relaciones interpersonales, pues sabe unir la facultad de sentir con la de construir en los momentos más difíciles.
El factor humano es el recurso que llega más lejos en las personas.
El Talento Afectivo desarrolla la sensibilidad y la voluntad para llegar a conocerte mejor y tener claras las cosas esenciales en tu vida.
Desde ahí, podrás renovarte y lograr un equilibrio e implicación en tus tres mundos; Interior, Afectivo y Profesional.
Si trabajas con personas o clientes que necesitan una atención especial, vas a mejorar tu tacto humano con ellas y entender mejor sus necesidades e inquietudes para tratarles de forma delicada y precisa. ¿Sabes cómo generar confianza en las personas y hacerles sentir mejor?
¿Cómo prepararse bien para la vida de pareja? La pareja es un sistema vivo de vínculos que debe fortalecer la unión y el respeto a las diferencias, a la vez que cada uno desarrolla su propia identidad.
¿Conoces esos vínculos?
¿Qué frecuencia tiene tu latido? Los solteros, divorciados o viudos, a menudo necesitan cambiar su estado de ánimo, así como enfocar sus relaciones con nuevas perspectivas.
¿Quieres mejorar tus habilidades sociales?
Preservar el factor humano que enriquece las 4 áreas esenciales de las relaciones:
Tener más vida propia y sentirse bien con uno mismo.
Equilibrar el estado de ánimo con la voluntad para mejorar las conductas.
Construir relaciones más fértiles entre las personas.
Armonizar las diferencias entre hombre y mujer.
Para sentirse bien hay que sentir ser quienes somos.
Resiliente. Intuición y Valor. |
Psicóloga. Foco en el Cambio y en la Emoción. |
Pedagoga. Especialista del Autoaprendizaje y del Sentir. |
Psicóloga. Entusiasta del Desarrollo Personal y del Autoconocimiento. |
Combinamos 4 elementos que funcionan como brújula para guiarte en las situaciones delicadas a la hora de relacionarte.
Más vida interior para más presencia.
Para conectar a través de un diálogo cuidadoso.
Para actuar y reparar en los conflictos.
Recuperar valores que dan sentido y mejor convivencia.
Asienta buenas bases y descubre a tu interlocutor (necesidades, inquietudes...) para aportar algo enriquecedor en esa relación. Si no aportas algo útil a la relación, no sirve; y si no se intercambia tampoco sirve. Y la relación no progresa.
Activa tu intuición y ponte en sintonía con el otro para ayudar en la relación y detectar oportunidades o amenazas.
Armoniza lo ideal con lo real para no autoengañarte y sé práctico.
Reacciona antes del límite y repara de forma sana; sin desanimar al otro y sin mortificarse a uno mismo.
Tolera las imperfecciones para disminuir tus respuestas impulsivas y cumple con tu compromiso.
Acepta y saca provecho de la influencia de tu interlocutor. No te desgastes en luchar y emplea todo para aprender.
No te estanques. Sé creativo y prueba nuevas formas para mejorar siempre la relación.
Gracias al factor humano no serás dependiente porque te centras en ti.
Transmitir confianza y optimismo en tu entorno.
Tener más tacto humano para gestionar conflictos.
Saber cuidar de ti mismo y poner en valor tu personalidad.
Aprender a convivir en armonía.
Equilibrar Amor y Convivencia para crecer en pareja.