30 Ene Una nueva cultura para las relaciones: el Talento Afectivo
El ritmo de nuestra vida profesional nos conduce a ser muy activos, a hacer todo con prisas y hasta nos adaptamos a vivir con un exceso de opciones. Lo hacemos todo al instante, en un clic; es el hábito del “instante-clic”.
El Instante-clic
Pero ese impulso no es nada bueno para el cuidado de las relaciones humanas que requiere hacer pausas para estar atento a situaciones delicadas.
Por el contrario, nuestra vida personal se reduce cada vez más a la multitud de obligaciones y no a la diversidad de opciones. Ese frenético clic del instante borra nuestra sensibilidad y a la larga nos sentimos estancados por no llegar a cumplir aquellos sueños más íntimos.
Así, poco a poco y sin darnos cuenta nuestro mundo profesional se come al personal y nuestra vida interior se enfría.
Ese mundo del “instante” es ultra conectado, pero demasiado urgente y sin pausas. Y la mayoría de la gente confunde el instante con el presente. No es lo mismo; el instante es la no-pausa y te aleja de lo esencial. El presente es la pausa y te acerca a lo esencial.
¿Qué es el Talento Afectivo?
El Talento Afectivo hace llegar a la gente a lo esencial: a sí mismo y a su vida afectiva; es decir a la noción de vida propia, lo que te afecta y cómo te relacionas.
Es un talento que va unido a la inspiración del amor y aporta algo más que inteligencia; es más perseverante, más personal y más sensual.
Influye en tres áreas claves de tu vida:
- Actúa sobre el estado de ánimo y la voluntad para mejorar las conductas.
- Construye vínculos más sólidos y generosos entre las personas.
- Inspira a “ser y crecer en pareja”.
El Talento Afectivo toma raíces en unas facultades puramente humanas que son el Sentir, la Expresión, la Voluntad y la Consciencia.
Esas facultades las llamamos “pulsos cardinales» y son la base de nuestra metodología de formación. Sirven para que las personas puedan interiorizar las condiciones que permiten desarrollar este talento.
Todos tenemos esos 4 pulsos en nuestro interior, pero no están entrenados a ser combinados para hacer frente a una situación delicada. En nuestras formaciones entrenamos a la gente a usarlos como imanes vitales que desenredan los nudos de las crisis.
El beneficio para ti – Tu vida propia
Nuestros sentimientos y nuestra sensibilidad son la base de nuestra relación con nosotros mismos y con el mundo que nos rodea; Si dejamos de interpretarlos perdemos la noción de lo que marcha o no marcha en nuestra vida.
Al fin y al cabo, las relaciones afectivas y sociales son posiblemente el factor más importante para el bienestar, pues son justamente los sentimientos los que mueven el mundo.
El primero paso del Talento Afectivo es ayudarte a recuperar tu vida propia; una vida cuyas circunstancias esenciales las decides tú. Porque si ya no sientes lo que pasa en tu interior, no sabrás por dónde comenzar cualquier proceso de mejora.
Únete a nosotros y descubre cómo un talento con tacto humano puede llenar tu vida y devolverte tu rostro original.